viernes, 18 de marzo de 2016

Brasil 16

El viaje a Brasil esta siendo maravilloso, he conocido un montón de gente linda de todas partes del mundo que a pesar de nuestros diferentes idiomas y culturas, nos hemos unido en la alegría y en la sonrisa común y eso basta para poder dialogar libremente de nuestros pensares y sentires acerca de la vida y ser felices.

Como todo en la vida, las circunstancias definen el momento y mi circunstancia, o mejor dicho nuestra circunstancia es el punto perfecto para empezar una bonita amistad, para acompañar y vivir nuevas aventuras y por descubrir lugares impresionantes.




En Rio de Janeiro todo es maravilloso. El clima, la limpieza de sus calles, la cultura de su organización y administración como Ciudad (casi de primer mundo). La gente es amable. Hay mucho turismo internacional y la ciudad le hace honor a su mote de Cidade maravilhosa, porque en efecto, cautiva con sus diversos escenarios paradisíacos y sus iconicos y mundiales puntos de interés: El cristo del corcovado, las playas de Ipanema, las playas de Copacabana, el teleférico del pan de azúcar, las favelas, etc.




Aquí hay similitudes con México pero también enormes diferencias. Diferencias desde los mas mínimos detalles hasta los mas notables, como los formatos de las tiendas, las matriculas de los vehículos, el formato del transporte publico, las marcas y modelos de vehículos que circulan por las calles, el metro; y un largo etcétera. Cosas muy distintas.

Del otro lado de la moneda, tenemos a un país en problemas. La primer economía latinoamericana esta hundida. Hay recesión, inflación cerca del 7%  y ningún crecimiento. También el país esta cruzando por una gran crisis política, cuando el clamor popular quiere destituir a la presidenta Dilma Rousseff, por temas de corrupción y que ha involucrado al expresidente Lula. También hay problemas de salud publica, de interés internacional: Zika, Dengue y chikungunya.

Al respecto de la sociedad brasileña, quiero dejar en claro que su gente es admirable, es esa gente linda y amorosa que se detiene a ayudarte pero que también sabe protestar y se unen en contra del mal gobierno involucrado con la corrupción que aquí, simplemente no cabe. Ojala México aprenda la lección.





Pero estos disturbios, supongo que son propios de un enorme país; un país vivo, dinámico, plural, creciente e inquieto. Las cosas tienen que mejorar, por el bien de esta sociedad tan ejemplar, ademas se vienen olimpiadas y Brasil estará ante los ojos del mundo y la represión no es opción.

Por mientras, solo queda disfrutar esta vida maravillosa en este año genial 2016 aquí en el Brasil. Lo bueno de todo esto es aquí siempre hay fiesta y eso es un hecho. Seguiremos informando sobre la tragicomedia brasileira pronto. 








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