sábado, 26 de marzo de 2016

Bauru

Es una pequeña ciudad, situada en medio del Estado de Sao Paulo, en Brasil. Aqui actualmente es mi lugar de residencia y descubrirlo es como abrir muchas cajas de regalo; y no solo se descubren lugares nuevos sino personas, amigos y gente muy agradable.

En los dias he tomado dosis de Bauru y voy hilando ese entramado cultural que aqui toma carta de ciudadania responsable con una infraestructura urbana increible. Pero como les digo, esto lleva tiempo y las impresiones son muchas... Bauru es bonito y esto apenas comienza.













jueves, 24 de marzo de 2016

Café del Mar II

 


Cuando en la era del pleistoceno escuchaba la música del café del mar, me gustaba porque me transportaba en mi mente a lugares bellos y paradisíacos...

El otro día, caminando por copacabana, decidimos sentarnos en un bar bonito de maderas piedritas y flores. Mi sorpresa fue cuando me di cuenta en algún titulo de la carta, que estábamos ni mas ni menos, en el Café del Mar de Rio de Janeiro. Y desde ahi vi todo como en un flash: la fortaleza del pasado, lo fugaz del presente y la levedad del futuro. Este laberinto de la vida siempre te da sorpresas.

viernes, 18 de marzo de 2016

Brasil 16

El viaje a Brasil esta siendo maravilloso, he conocido un montón de gente linda de todas partes del mundo que a pesar de nuestros diferentes idiomas y culturas, nos hemos unido en la alegría y en la sonrisa común y eso basta para poder dialogar libremente de nuestros pensares y sentires acerca de la vida y ser felices.

Como todo en la vida, las circunstancias definen el momento y mi circunstancia, o mejor dicho nuestra circunstancia es el punto perfecto para empezar una bonita amistad, para acompañar y vivir nuevas aventuras y por descubrir lugares impresionantes.




En Rio de Janeiro todo es maravilloso. El clima, la limpieza de sus calles, la cultura de su organización y administración como Ciudad (casi de primer mundo). La gente es amable. Hay mucho turismo internacional y la ciudad le hace honor a su mote de Cidade maravilhosa, porque en efecto, cautiva con sus diversos escenarios paradisíacos y sus iconicos y mundiales puntos de interés: El cristo del corcovado, las playas de Ipanema, las playas de Copacabana, el teleférico del pan de azúcar, las favelas, etc.




Aquí hay similitudes con México pero también enormes diferencias. Diferencias desde los mas mínimos detalles hasta los mas notables, como los formatos de las tiendas, las matriculas de los vehículos, el formato del transporte publico, las marcas y modelos de vehículos que circulan por las calles, el metro; y un largo etcétera. Cosas muy distintas.

Del otro lado de la moneda, tenemos a un país en problemas. La primer economía latinoamericana esta hundida. Hay recesión, inflación cerca del 7%  y ningún crecimiento. También el país esta cruzando por una gran crisis política, cuando el clamor popular quiere destituir a la presidenta Dilma Rousseff, por temas de corrupción y que ha involucrado al expresidente Lula. También hay problemas de salud publica, de interés internacional: Zika, Dengue y chikungunya.

Al respecto de la sociedad brasileña, quiero dejar en claro que su gente es admirable, es esa gente linda y amorosa que se detiene a ayudarte pero que también sabe protestar y se unen en contra del mal gobierno involucrado con la corrupción que aquí, simplemente no cabe. Ojala México aprenda la lección.





Pero estos disturbios, supongo que son propios de un enorme país; un país vivo, dinámico, plural, creciente e inquieto. Las cosas tienen que mejorar, por el bien de esta sociedad tan ejemplar, ademas se vienen olimpiadas y Brasil estará ante los ojos del mundo y la represión no es opción.

Por mientras, solo queda disfrutar esta vida maravillosa en este año genial 2016 aquí en el Brasil. Lo bueno de todo esto es aquí siempre hay fiesta y eso es un hecho. Seguiremos informando sobre la tragicomedia brasileira pronto. 








martes, 15 de marzo de 2016

Café del Mar

Llamadme Lalo, y soy de tierra adentro, pero de tiempo en tiempo, me canso de esa vida, busco un rio, sigo su curso y llego al mar.

En mi corta, o quizás larga travesía por la vida, he descubierto que hay otros mundos alternos, que sirven  como un escape a la realidad, y que se puede acceder a ellos a través de los libros, de la música, de las películas y a través de algo tan simple como la pura imaginación... y dichos mundos no es mas que un gran alimento para el espíritu.

En el capitulo 2006  de esta travesía, fue cuando me sumergí por la música de Putumayo y de Café del Mar y que decir. Me acercaron a culturas tan diferentes e interesantes y descubrí que había un mundo secreto ecléctico y soñado, donde había escenarios paradisíacos y muchos sueños por cumplir. El mundo me lo podía comer de un bocado.

Fue entonces que un día me imaginé en Brasil, e imaginé todo. Podía volar porque tenía las alas, podía amar porque tenia un gran corazón, podía sonreír porque aun en la oscuridad sabía de que estaba hecho. Y así fue, la vida me sonrió pero de pronto las nubes empezaron a acercarse, se nubló todo y una fría brisa se dejó sentir.

Ya ha pasado mucho tiempo después de eso y cuando se empezó a despejar, yo era otro y mis intereses ya eran otros y el café del mar había quedado guardado en alguna parte de mis recuerdos y de mi corazón. Y muy poco se había tocado de ello hasta hace poco.

Llegar a Brasil, a Rio de Janeiro así sin muchos planes de antelación me hicieron descubrir esta maravillosa Ciudad, pisar las baldosas de Copacabana fue un sueño, conocer las favelas fue parte del rompecabezas y haber estado en la costa Atlántica, sentado en el Café del mar, fue una gran cita con el destino.