domingo, 29 de mayo de 2016

Barra Bonita

El fin de semana, yo junto con mis amigos los intercambistas hicimos comida mexicana, hubo guacamole, quesadillas, y salsa picante; en realidad fue una noche muy linda, después tomamos algunos bebistrajos y nos entonamos para irnos a la casa de la rosa donde hubo una pequeña fiesta la cual la pasamos muy bien hasta altas horas de la madrugada. El reggae, el electronico, el funk; todo daba para bailar y pasarla super.

Esa noche la pasamos tan bien, que casi nos olvidamos, que en la mañana siguiente, era el viaje que habíamos planeado. Para llegar a nuestro destino tuvimos que hacer una escala en una pequeña ciudad pequeña llamada Jau, que no tiene nada de extraordinario, pero sí tiene una hermosa iglesia neogótica digna de admirar por su majestuosidad y belleza.


Ya horas mas tarde por fin llegamos al destino. Barra bonita es una ciudad pequeña pero muy atractiva. El Río Tieté es el eje rector de la ciudad que corre junto a un alegórico malecón donde la gente pasea, disfruta y tiene opciones a diversos lugares de comida y artesanías. La plaza principal es bonita y simula un barco, el mercadito de artesanías es de piedra y a medios niveles;  mas adelante hay un histórico museo que es un acervo de objetos muy antiguos de la Ciudad. Ahí conocimos a la directora del museo tuvimos una bonita charla con ella.

En algún momento, nos sentamos a comer en un kiosko de helados de açaí y las personas de ahi fueron muy amables y lindas. Tuvieron la loable idea de poner música mexicana y empezamos a cantar y entonces se volvió un ambiente de fiesta y alegría. Ustedes no saben lo mucho que cantamos el cielito lindo, el rey y después bailamos algo típico de Colombia, nuestro amigo aprendió a bailar un poco de salsa y esas cosas colombianas.La noche era alegre y simplemente fluía.





Horas mas tarde, cruzamos calles empinadas y en tinieblas con la misión de llegar a una kermesse de la iglesia de San Antonio, que en realidad estaba hasta casa Juan.  La misión era para ver que podiamos cenar y además de que bebimos algunas cervezas que previamente compramos en un supercito. Cenamos y luego de estar en las postrimerías de la ciudad y de la nada, descendimos al centro. Ahí nos esperaba una noche fría, en la calle porque no teníamos donde quedarnos.

¿Qué paso en esa noche larga y fria? Casi todo: Frío, bebidas, risas, platicas, un vagabundo testarudo que llegó a fastidiarnos y la esperanza de ver amanecer para embarcarnos en un yate y surcar el rio Tiete y admirar los paisajes... Por fin amaneció y las cosas desvanecieron nuestras acuarelas en blancos y negros: Nublado, lluvia y mas frío. No daba para estar mas ahí.

Un parentesis en toda esta historia es que en algún momento justo antes de amanecer fui abducido en un auto compacto con un menino llamado Dudu; el asunto era como el de una olla express, pero pronto todo fue desfogado.  Tras este rapidvs momentvs, nos refugiamos a una panadería donde desayunamos y luego esperamos un taxi que nos llevó a la rodoviaria para regresar a Bauru.

Hacia frio y estabamos demasiado cansados y fastidiados. No sabemos cuando volveremos a Barra Bonita, pero llevamos para siempre en el corazón las impresiones y el trato de la gente linda de allá y nueestra propia historia, con el recuerdo de una ciudad tranquila pero muy colorida y bonita, como su nombre.

jueves, 19 de mayo de 2016

El otoño de Mayo


Extraño los días de verano, pero los días de otoño me parecen elegantes. Da para ser estiloso, uno tiene que ir al armario a sacar los abrigos, los guantes, el paraguas. En algunos casos da para ir de compras. Es mayo y aquí comienzan ya los días de frío.

Aqui en el hemisferio sur, como es bien sabido, las estaciones están a la inversa del hemisferio norte. Cuando en el Norte es primavera, en el sur es otoño. No es nada del otro mundo, pero cuando uno viene a Brasil, uno se espera que siempre sea caliente, exotico y extremo.

Un dia, de pronto, de la nada, aparece un frio kafkiano en el horizonte que juega a ser el terror/Salvador de la temporada con fríos extremos y lluvias, (que aquí ya eran como muy anheladas) y amenaza con que en el invierno será mas crudo.

Hoy por la tarde estuve caminando por la Av. Naciones Unidas, que es la mas importante y bonita de Bauru. Aquí me da para caminar todo el tiempo, porque es cerca de la torre donde vivo y conecta con todo. Caminar aquí, entre el frio y el sol naciente de la tarde me hace sentir fresco pero al mismo tiempo radiante.

 



lunes, 16 de mayo de 2016

Noche mexicana en Brasil

Comida mexicana fuera de México, no es comida mexicana. Ya lo he dicho, pero se hace el intento; y es que uno tiene que andar lidiando para conseguir lo mas parecido a los ingredientes mexicanos. Por ejemplo para las tortillas, hay que buscar una harina de maíz, pero que no tiene la consistencia suficiente para ser amasada entonces hay que buscar harina de trigo para que agarre bien; otra cosa difícil es también buscar chiles, encontrar cilantro, el queso oaxaca y demás cosas. Todas estas nimiedades, en realidad son completas odiseas, y lo convierten a uno en un gurú de menjurjes bien raro y todo con tal de quedar bien y con tal de poner a la gastronomía mexicana muy en alto.


Entonces, para dicha encomienda a la que los Bonateli me tomaron la palabra, se organizó un pequeño pero cálido ágape en su casa, donde vinieron amigos y degustaron de mi obra culinaria. No es por nada, pero quedo rico. Las tortillas parecían mas gorditas pero con un sabor rico porque a la masa le puse sal y ajo, y ya fritas quedaron mas ricas que los doritos. Hice salsa, y para eso también fue odisea porque mi experiencia es nula pero entonces segui los consejos de mi mamá y acitroné cebollas, ajos, meti al fuego todo y aunque puse muchos chiles, quedo a un mínimo de picante, pero también era bueno así para que ellos degustaran, aunque creo que a mas de uno si le pareció picoso. Hice fajitas de carne marinadas, quesitos fundidos, arroz, feojada y la cereza del pastel: un tequila que Victor se tuvo la loable idea de disparar.


Fue una noche bonita con Eder, Otavio, Eliana, Victor, Rafael y Bonateli; entre shots de tequila, comida rica, bromas, platicas y música mexicana en el comedor, que parece que los Bonateli solo utilizan para ocasiones especiales; y esa noche era una de ellas. Me sentí contento de que mis guisos no salieron ni salados, ni quemados, ni culeros. (Ni nadie salió lesionado al otro dia). Nada de eso. Por el contrario ellos dieron el visto bueno al sazón de mi comida, por lo que eso le inyectó de verdad a una patochada mia de ser el mangasmochas master chef de la gastronomia mexicana. ¡Todos felices!






miércoles, 4 de mayo de 2016

Dias dichosos

Los dias en Baurú pasan, los domingos son muertos, pero los dias son dichosos con grandes amigos, que ahora son parte de mi nueva vida.